Historia y raíz

por **Bunny** Vie Jun 29, 2012 9:30 pm

Al principio, surgió Corvus. Pequeña en tamaño, Corvus fue una ciudad fundada con el sudor de la frente de la clase trabajadora, transformándose rápidamente en el santuario de los inmigrantes que huían al imperialismo. Desde su raíz y matriz, Corvus fue por generaciones el mártir del hombre común. Sin embargo, ante el lío de la sobrepoblación, les comenzó a amenazar la escaces de recursos; una racha que trajo consigo la colonización de su isla hermana por necesidad de distribuír a la población.

Pyxsis, como fue bautizado este nuevo territorio, ahora se conectaba a Corvus mediante un puente que simbolizaba el punto medio del vasto océano. Tal construcción dividía, y al mismo tiempo unía dos realidades polarizadas, pues mientras que Corvus era una salsa de distintas culturas y gentes que luchaban contra la crisis económica, Pyxis florecía, bañada en la más magnífica magia, luces, modernidades y oportunidades para sus habitantes.

Es entonces, este puente el punto que marca una raya entre dos culturas totalmente distintas: La cultura privilegiada post-modernista, y la cultura industrializada. Sin embargo, en un intento por finalmente unificar a los hermanos como un mismo organismo, ambas ciudades fueron bautizadas como Hydra. La Hydra, una bestia de tres cabezas: Corvus, Pyxis, y el puente que los unifica. El equilibrio de una balanza; una no puede vivir sin la otra, se complementa, y debe erguirse como una sola para subsistir, sin olvidar jamás el lazo que los une.

Hydra, la nueva nación, es un terreno libre donde todos aquellos que quieran llegar son bienvenidos. La historia se encuentra en cada uno de sus habitantes, de sus nativos y allegados, de los legales e ilegales. Es una ciudad donde la vida particular es entrelazada entre sus infinitas almas creando una sola. No importa quien seas, no importa a lo que te dediques, todos somos parte del mismo juego. Ten cuidado de con quien te involucras, pero ten confianza a la vez. No hay bondad ni maldad absoluta. En un país tan pequeño todos somos vecinos, pero donde no hay puertas cerradas tampoco existe un límite de criaturas que puedas encontrar.

Cada una saldrá de las mentes de quienes les den vida. Tus hijos, mis hijos…Nuestros hijos. Todos libres y esclavos de sus actos.

Comienza una nueva generación. La historia está en tus manos.

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